Música: Wolfgang Amadeus Mozart
Wolfgang Amadeus Mozart fue un compositor y pianista austríaco del siglo XVIII, conocido principalmente por su prodigioso y temprano talento para la música y por la composición de más de 600 obras en 35 años de vida, algunas tan extraordinarias que hoy le reconocen indiscutiblemente como uno de los músicos más importantes e influyentes de la historia. Considerado por muchos como el mayor genio musical de todos los tiempos, compuso una obra poderosa y original que abarcó géneros tan distintos como la ópera bufa, la música sacra y las sinfonías.
Nació el 27 de enero de 1756 en Salzburgo (Austria) bajo el seno de una familia de músicos y fue bautizado como Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart, aunque era mejor conocido como Wolfgang Amadeus. Fue el último hijo de Leopold Mozart, compositor y violinista bajo el servicio del príncipe arzobispo de Salzburgo y su madre se llamaba Anna María Pertl. De todos los seis hijos de Leopold y Ana Maria, Mozart junto con su hermana Maria Anna (a la que llamaban Nannerl), cinco años mayor que él, fueron los únicos sobrevivientes de estos. Su padre describió su nacimiento como un "milagro de Dios" porque parecía demasiado pequeño y débil para sobrevivir.
Wolfgang Amadeus Mozart
Leopold, en efecto, educó a sus hijos desde una muy temprana edad, como músicos capaces de contribuir al sustento de la familia y de convertirse en lo antes posible en servidores del sueldo del príncipe del Salzburgo, una aspiración lógica y común en torno a su tiempo. Nannerl ya daba clases de piano a la edad de diez años, siendo Wolfgang uno de sus principales alumnos. El interés y la formación de Leopold se enfocaron principalmente en Nannerl, sin darse cuenta del talento de su hijo menor: Wolfgang a los cuatro años ya practicaba con el clavicordio y componía pequeñas canciones y minuetos, a los seis tocaba con destreza el clavel y el violín, Podía leer la música a primera vista, tenía una memoria prodigiosa y una gran capacidad para improvisar frases musicales. No era un niño como los demás.
Un año más tarde, Leopold encontró, conmovido, en el cuaderno de notas de su hija las primeras composiciones de Wolfgang, escritas con una caligrafía infantil y con borrones de tinta, pero estaban perfectamente desarrolladas. Con los ojos llenos de lágrimas, su padre lo abrazó y se prometió a sí mismo dedicarse al completo a la educación de su pequeño "milagro". El pequeño Mozart al interpretar sus piezas preferidas, su rostro sonrosado se transformaba en una expresión de total severidad. Ensimismado, parecía escuchar entonces la maravillosa melodía interior que sus pequeños dedos intentaban marcar en el teclado.
Maria Anna y Wolfgang Mozart
Su padre, enorgullecido, decidió presentar a sus dos pequeños hijos ante el mundo de los soberanos y los nobles. El 12 de enero de 1762 toda la familia partió hacia Munich y tocaron ante el emperador Maximiliano José II, posteriormente continuaron hasta Viena. La permanencia en esta ciudad culminó con dos recitales ante la familia imperial del palacio de Schönburnn. Wolfgang causaba sensación en cada concierto. Este fue como su viaje de prueba, pues recibió una gran cantidad de elogios. El 5 de enero de 1763 volvieron a Salzburgo.
Unos meses más tarde partirían de nuevo en un viaje al que llamarían El Gran Viaje. Empezó el 9 de junio de 1763, viaje que duraría alrededor de unos tres años y medio. Los Mozart recorrieron las principales ciudades de Europa, cosechando grandes éxitos. En Viena fueron invitados al palacio de la emperatriz María Teresa, quien quedó totalmente encantada con el joven Mozart, y propuso a la futura reina, María Antonieta, entonces de su misma edad, casarse con él, además de hacer un público desplante a madame de Pompadour, por negarse a besarlo. En Versalles, los Mozart tocaron ante el emperador Luis XV. En Londres, causaron la admiración del rey Jorge III. Durante el viaje, Wolfgang compuso su primer sinfonía y conoció a Johann Christian Bach, el hijo menor de Johann Sebastian Bach y quien más tarde se convertiría en su mentor. En Holanda deslumbró tocando el órgano más grande y complicado del mundo, y compuso su primera oratoria a tan solo nueve años de edad.
En cada presentación del joven Wolfgang Amadeus era una exhibición de sí mismo sorprendiendo con el clave y el violín (se cuenta que también durante esta época ya comenzaba a tocar el teclado con los ojos vendados), y dejaba a los espectadores maravillados, improvisando en cualquier tema que era propuesto. Mozart dedicaba a las damas de la nobleza sus primera piesas con el violín y el clave. Sin embargo, no todos los conciertos contaban con tanto éxito, muchas veces el monedero del padre Mozart se encontraba vacío.
La familia regresó a Salzburgo el 30 de noviembre de 1766.
La familia Mozart
De 1767 a 1769 dieron conciertos por Austria, y desde esa fecha hasta 1771 por Italia, donde recibió protección por el padre Giovanni Martini, importante teórico de la música por aquel tiempo y a quien Mozart siempre le guardó un gran afecto. A partir de Martini se gestionó el ingreso de Mozart a la Accademia Filarmonica, lo cual fue extraordinario, ya que al joven Wolfgang aún le faltaba mucho para cumplir veinte años, la edad reglamentada para ingresar a la Academia.
El 16 de diciembre de 1771 los Mozart retronarían a Salzburgo, aureolados por el triunfo que lograron conseguir en Italia, pero siempre al tanto de las circunstancias. Aquel afamado adolescente de quince años ya tenía listas alrededor de más de cien composiciones (conciertos, misas, motetes, sinfonías y óperas) y lucía con orgullo la espuela de Oro del papa. En ese mismo año, sin embargo, había fallecido el arzobispo de Salzburgo, y las ideas y el carácter del nuevo mitrado, el conde Geronimo Colloredo, alteraron el rumbo de la vida de Mozart.
Comenzó entonces una nueva etapa mucho más difícil, Colloredo, el nuevo príncipe-arzobispo de Salzburgo se mostró autoritario e inflexible con el cumplimiento de las obligaciones impuestas a sus subordinados. Mozart fue confirmado en su puesto de maestro de conciertos, recibiendo un buen sueldo, pero su libertad poco a poco disminuiría hasta tal punto de sentirse esclavizado y se la pasaba buscando siempre una forma de salir de ese encarcelamiento, como Mozart lo llamaba.
A pesar del pasar de los años, Mozart seguía sintiéndose apresado y sentía que no progresaba, por lo que en agosto de 1777 le reclamó al arzobispo Colloredo para retomar su libertad nuevamente. Más tarde, acompañado por su madre, comenzó un extenso viaje por París. En una escala en Múnich conoció a la familia Weber y quedó totalmente enamorado de su hija mayor, Aloysa. En Mannheim hizo amistad con un grupo de compositores de esa ciudad.
Arzobispo Geronimo Colloredo
Mozart permaneció en París desde el 23 de marzo hasta el 26 de septiembre de 1778, sin ganar mucho dinero pero estrenando éxitos como la sinfonía de París. El 9 de julio su madre muere por una infección, por lo que Mozart, deprimido y melancólico, decide retomar su puesto bajo el servicio de Colloredo, también decide volver a Múnich con la familia Weber a pedir la mano de Aloysa, pero esta lo rechaza.
Anna María Pertl
En enero de 1781 con el estreno de su ópera Idomeneo, el rey de Creta, que fue su mayor éxito en vida, le permitió abandonar Salzburgo y trasladarse definitivamente a Viena. Un año después estrena con gran éxito El Rapto de Serrallo, que causó un cambio definitivo en la ópera alemana, ese mismo año, en contra de su padre, se casa con Constanze Weber, la hermana menor de Aloysa. Para celebrar la unión y para calmar a su padre, Mozart compone la Mass in C minor. Pensaba estrenarla en Salzburgo con Constanze como soprano solista, pero sólo podría hacerlo en agosto de 1783, lo que sería inútil. Deseaba mostrarle a su familia que había sabido elegir, pero Leopold y Nannerl nunca podrían aceptar a Constanze por completo.
Mass in C minor
El matrimonio se instaló en Viena en un lujoso piso céntrico que se llenó pronto de alegría desbordante, fiestas hasta el amanecer, bailes, música y niños. Era un ambiente enloquecido, anárquico y despreocupado, muy al gusto de Mozart, que en medio de aquel caos pudo desarrollar su impulso de creador. Una sombra durante estos años fue la poca salud de su mujer que se debilitada en cada embarazo, en los nueve años de su matrimonio dio a luz a siete hijos, pero solo dos de ellos lograron sobrevivir: Karl Thomas y Franza Xaver (nacido cuatro mese antes de la muerte de Mozart y futuro pianista). Constanze se vio obligada a seguir con curas de reposo, muy graves debido a la inestable economía familiar.
Los nueve años que separaban su matrimonio de su muerte se pueden dividir en dos períodos. Hasta 1787, sobre todo a partir de los éxitos vieneses de 1784, Mozart disfruta de algunos años que pueden ser calificados como "felices". Durante su primer período su producción fue ingente en diversos géneros: conciertos para pianos, tríos, cuartetos, quintetos... De 1783 es la Mass in C minor, en 1784 datan sus más célebres Conciertos para Piano, en 1785 le dedicaría a Joseph Haydn los Seis cuartetos. En 1786 estrenó La nozze di Figaro con gran éxito y parte de un libreto de Lorenzo da Ponte, y en 1787 en Praga Don Giovanni.
La Nozze de Figaro
En 1790 se estrena en la capital austríaca su ópera Cosí fan tutte y al año siguiente La Flauta Mágica. Inesperadamente ambas fueron muy bien recibidas por el público y crítica. Parecía que al final los vieneses aceptaban su genio y sin reservas empezaban a mostrarle su gratitud teñida de arrepentimiento, aunque fuese tarde. Pero su salud se quebró, se sabe que el día del estreno de La Flauta Mágica en Viena el 30 de septiembre de 1791, ya no pudo asistir al gran triunfo popular de la más optimista y querida de sus composiciones.
Mucho se ha escrito acerca de la muerte de Mozart. La idea más romántica es que había sido envenenado por el protagonista: Antonio Salieri, a quien describen como un músico de época al que dibujan como un artista mediocre y que no supo comprender el genio de Mozart, por lo que muerto de envidia, no pudo soportar que un hombre tan aniñado contara con tal don. Se dice que por entonces, Antonio Salieri se encontraba entre el público de una de las presentaciones de Mozart y en octubre de 1791 su salud empeoró, mientras se encontraba caminando por un parque junto a Constanze, de pronto se sentó en una banca y le comentó a su esposa que alguien lo había envenenado. Al poco tiempo quedó postrado en su lecho.
Mozart sentía que ya no volvería a levantarse, pero quería terminar antes su propia misa de difuntos. y dicto a Süssmayr, su discípulo, las indicaciones para completar su Réquiem. Pero no le llegó a tiempo.
Mozart componiendo su Réquiem
El 5 de diciembre 1791, Mozart falleció en Viena a los 35 años de edad. Recientes investigaciones demostrarían que Mozart murió en realidad por un fiebre reumática. Debido a sus problemas económicos fue enterrado en una fosa común y nunca más se le pudo volver a localizar.
Después de su muerte, Constanze se puso en contacto con el editor Johann Anton André para la edición de las composiciones de Mozart. En el año 1809, Constanze se casó por segunda vez con el Secretario de Legación danesa Georg Nikolaus Nissen, quien, junto a bibliotecario Friedrich von Schitegroll, escribió una de sus biografías. Y en los dos hijos de Wolfgang y Constanze se pudo apreciar desde temprana edad el talento musical heredado de su padre.
La Flauta Mágica
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